PATRICIA TEMPLE
- II -
Me pregunto si son tus dedos tibios
los que enredan mis cabellos,
o la garúa incesante que moja mi
cara.
Ambos bajan, recorren mi cuerpo.
como un serpentín.
Me recuerdan que sigo viva.
Aún aunque la luz no alumbre la
tarde.
El calor nos mantiene unidos en un
abrazo estrecho.
Este invierno mil veces maldito.
- V -
Es mi cuerpo una osamenta
un arma de guerra,
cubierta de músculos y
grasa,
construido y entrenado
para resistir la lluvia ácida ,
los ataques demoledores
de la guerra nuclear.
Recubierta por un material similar a
la seda,
llamada piel
tan delicada y sensible ,
que una caricia basta para lograr su bienestar
sensorial,
y sus labios dibujan una sonrisa
bobalicona.
Es mi cuerpo una osamenta:
Un arma de guerra.
UN PETARDO DE
AMOR
XII -
Arena pura
gramos kilos toneladas
no sé no importa
arena orillada al mar salvaje
Húmeda oscura fresca arena
tras
calcinantes horas
o días nunca noche
bendito banco molino de arena
duna plácida florecida
de mis lloviznas
ruedo envuelvo piel
asomo enrollo cubro
de todos los males
olvido
río
relamo
saboreo
granos
p
a z.
- XIV -
Pasajeras de la ternura
secuaces precoces de la rima
y los delitos infantiles
¿ fugaron
nuestras risas
el idioma propio
de aquella isla del tesoro ?
creo que sí
creo que no
creo que sí.
- XXI -
La mujer al costado mío
palpita sudores por los cabellos
adivino su entrepierna
húmeda y aparto mi pierna instintiva
hoy el día es hermoso el
mar
un espectáculo digno de
ser admirado como único y último
instante
de esta mi vida
y no tengo ganas sino de
agradecer
disfrutar un cielo
radiante en junio
tendida en la placidez del lecho de la duna
bañada por la lluvia
tenue de la arena protectora.
( Poemas de Bacante)
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